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Bienvenidos a la Comunidad Gaia Viva, un punto de encuentro para intercambiar ideas, noticias, reflexiones y opiniones sobre el vegetarianismo, los derechos de los animales y la ecología.

domingo, 19 de febrero de 2012

Mejor comer semillas que pastillas, o de las prioridades en lo que comemos.

Sí, las semillas oleaginosas están por las nubes. Si, la nuez de Brasil vale casi como el oro. El pistacho crudo, ni lo nombres: por un puñado se van muchos billetes rosados. La macadamia hay que pedirla de regalo en el cumpleaños. Las semillas cuestan mucho, es evidente para todos los que las amamos. Como dice Maria Alexandra, tenemos alma de ardilla. Hay que asumir las consecuencias.
Pero, tras reflexionar un poquito, una idea se aparece en el medio del asombro financiero de la cuenta en una manicería. Así, como una revelación espiritual, una epifanía, nos damos cuenta de algo tan simple pero tan dificil de aferrar en la inmediatez del presupuesto mensual: es mejor gastar más en semillas que en medicinas. Es mejor dedicarle atención a lo que comemos que enfermarnos de cancer.
Nosotros estamos introduciendo cada dia mas, en nuestra alimentación, platos vivos. Crudo, deshidratado, sí. Que no sea "quemado" por un calor mayor a la fiebre, nada que supere los 43 grados centígrados. Y los resultados se manifiestan, un poquito cada día más. En todos los aspectos, bien sea físicos, anímicos, espirituales e intelectuales. Conejillos de India de nosotros mismos, queremos aprender a vivir como crudivoros, quizás no totalmente, pero principalmente. Suena complicado, y de hecho al comienzo un poco lo es. No se consiguen facilmente las herramientas para procesar los alimentos, las semillas y los frutos secos no son económicos, los germinados llevan trabajo, pero vale la pena. Comer algo "vivo" es comer "vida". Y comer vida es comer bien. No se engañen, no somos ascetas, comer "raw" no excluye absolutamente el deleite para los ojos, el olfato y el gusto: estamos estudiando recetas asombrosas que no tienen nada que envidiarle a algo cocido, hervido, horneado.  Las prioridades en la vida, según nosotros, son la salud, la paz, el amor. Y el crudivorismo, como estilo de vida, nos hace más sútiles, más vivos, más presentes.Gandhi nos enseña, nosotros queremos aprender.
Les mandamos un abrazo vivo!
Genaro y Vanessa


sábado, 18 de febrero de 2012

Un brunch vegano

Nada mejor que un brunch para los fines de semana largos. Estar acostado hasta que el cuerpo ordene, leer en la cama, pasear al perro, regar las matas: los pequeños placeres de la vida sin tiempo, sin el reloj que marque la agenda cotidiana. La palabra "brunch" nace de la unión de los términos ingleses "breakfast" (desayuno) y "lunch" (almuerzo): el brunch suena a auto-complacencia, a "ahorita, más tarde", a "quiero comer pero tengo pereza de cocinar tan temprano, mejor me aguanto y como un poquito más tarde". Por eso mismo debe ser sustancioso sin ser pesado, salado sin dejar de ser dulce, compuesto por azúcares y proteínas, pero sobre todo vitaminas y minerales que conseguimos en las frutas y las semillas oleaginosas.
Aquí les dejamos unas recetas para preparar un "desalmuerzo" vegano, lleno de proteínas vegetales y amor.

Panquecas Veganas "Gaia Viva":
(para preparar 6 medianas o 10 pequeñas)

1-1/4 tazas de harina de trigo todo uso
2 cucharaditas de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas de aceite de canola
1/3 taza de agua
1 a 1-1/4 tazas de leche vegetal
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 cucharadas de sirope de maple
una pizca de canela en polvo (opcional)

Cernir la harina en un cuenco, agregar el polvo de hornear y la sal. Mezclar los otros ingredientes en otro cuenco. Añadir los ingredientes húmedos a los secos. Mezclar hasta que estén bien amalgamados, pero no demasiado (un poquito de grumos no mata a nadie y mezclar demasiado nos hace perder la esponjosidad).
Añadir aceite a un sartén grande, colocarlo a fuego medio-alto por un par de minutos. Verte la mezcla y cocinar las panquecas hasta que aparezcan las típicas burbujitas y cobre un color dorado (aprox. 3-4 min).
Voltear la panqueca hasta terminar la cocción por ambos lados.
Si se quiere una versión más decadentemente golosa, añadir cacao en polvo o chispas de chocolate a la masa, poco antes de cocinarlas en el sartén.
Servir con sirop de maple, de chocolate, mermeladas o queso de merey. Disfrutar y sonreir.

Les recomendamos servir un jugo de frutas natural o endulzado con stevia o un plato de frutas mixtas. Una de nuestras combinaciones favoritas contiene: moras, guayaba, fresas, manzana y algunas rodajitas de cambur. Un chorrito de limón, piñones o almendras o nueces. Copos de germen de trigo, linaza o avena.
Si tenemos mucha hambre, nos concedemos una rodaja de pan integral tostado, untado con un pedacito de aguacate maduro, aceite de oliva, limón, sal y pimienta.  Una taza de té verde con leche de soya para beber.
Buen apetito, buen provecho, buen fin de semana largo!
Un abrazo fuerte,
Genaro y Vanessa

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