Nada mejor que un brunch para los fines de semana largos. Estar acostado hasta que el cuerpo ordene, leer en la cama, pasear al perro, regar las matas: los pequeños placeres de la vida sin tiempo, sin el reloj que marque la agenda cotidiana. La palabra "brunch" nace de la unión de los términos ingleses "breakfast" (desayuno) y "lunch" (almuerzo): el brunch suena a auto-complacencia, a "ahorita, más tarde", a "quiero comer pero tengo pereza de cocinar tan temprano, mejor me aguanto y como un poquito más tarde". Por eso mismo debe ser sustancioso sin ser pesado, salado sin dejar de ser dulce, compuesto por azúcares y proteínas, pero sobre todo vitaminas y minerales que conseguimos en las frutas y las semillas oleaginosas.
Aquí les dejamos unas recetas para preparar un "desalmuerzo" vegano, lleno de proteínas vegetales y amor.
Panquecas Veganas "Gaia Viva":
(para preparar 6 medianas o 10 pequeñas)
1-1/4 tazas de harina de trigo todo uso
2 cucharaditas de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas de aceite de canola
1/3 taza de agua
1 a 1-1/4 tazas de leche vegetal
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 cucharadas de sirope de maple
una pizca de canela en polvo (opcional)
Cernir la harina en un cuenco, agregar el polvo de hornear y la sal. Mezclar los otros ingredientes en otro cuenco. Añadir los ingredientes húmedos a los secos. Mezclar hasta que estén bien amalgamados, pero no demasiado (un poquito de grumos no mata a nadie y mezclar demasiado nos hace perder la esponjosidad).
Añadir aceite a un sartén grande, colocarlo a fuego medio-alto por un par de minutos. Verte la mezcla y cocinar las panquecas hasta que aparezcan las típicas burbujitas y cobre un color dorado (aprox. 3-4 min).
Voltear la panqueca hasta terminar la cocción por ambos lados.
Si se quiere una versión más decadentemente golosa, añadir cacao en polvo o chispas de chocolate a la masa, poco antes de cocinarlas en el sartén.
Servir con sirop de maple, de chocolate, mermeladas o queso de merey. Disfrutar y sonreir.
Les recomendamos servir un jugo de frutas natural o endulzado con stevia o un plato de frutas mixtas. Una de nuestras combinaciones favoritas contiene: moras, guayaba, fresas, manzana y algunas rodajitas de cambur. Un chorrito de limón, piñones o almendras o nueces. Copos de germen de trigo, linaza o avena.
Si tenemos mucha hambre, nos concedemos una rodaja de pan integral tostado, untado con un pedacito de aguacate maduro, aceite de oliva, limón, sal y pimienta. Una taza de té verde con leche de soya para beber.
Buen apetito, buen provecho, buen fin de semana largo!
Un abrazo fuerte,
Genaro y Vanessa